domingo, 17 de noviembre de 2013

KLEIN BLUE - AZUL KLEIN


 

Since years ago I met the Klein blue and my attraction to him has grown remarkably. This color, patented by the author in 1960 as IKB (International Klein Blue) is a formula as secret as Coca- Cola or KFC fried chicken and its eleven species. This ultramarine color is the result of collaboration between Yves Klein and a friend chemist. They get that deep blue pigment with the dissolution in polyvinyl acetate.

Whoever has the opportunity to see one of his works in person, will be surprised to see how that color captures and wraps his attention. After approaching slowly and stay watching the piece the viewer experiences a kind of hypnosis growing and unconscious, not wanting to be bothered. It is a wonderful feeling for diving into the vastness and infinity of that big blue.

For Klein the color has a tremendous importance as "materialization of sensibility" and through him he takes that visual perception to a concept of a sensory perception. That did not understand the members of Salon des Nouvelles Réalités in 1955 when they rejected the work of Klein " Expression of the universe orange lead" to be made ​​with a single color. In such form, the blue color even more impact in this conception, as the color of the sea and sky, playing more abstract aspects of the pure nature.

Klein's first contact with art takes place in the family bosom, as the son of artists and at home he meets artists like Piet Mondrian and Jean Arp. But we can not forget to mention that Klein comes to art after having spent much of her life to the judo, having been his first profession and studied at the prestigious Japanese Kodokan Institute. This influence will be perceived years later in his art, as the torrent of philosophy, zen balance, immateriality and empty search, we can unequivocally see on your way to work.

Klein blue has inspired many artistic movements, from design and fashion to music.This blue bluish extracts a different perspective in relation to sculpture and painting known, highlighting their anthropometry in which we see that the two concepts converge. Works representing human dimensions and measures with its seductive blue, by naked women smeared in his painting that left the imprint of their bodies on the surface of the canvas.

it hurts to leave us so young, at 34 years old!

 

 

Desde que hace años conocí el azul Klein mi atracción hacia él no ha hecho más que crecer. Este color, patentado por su autor en el año 1960 como IKB (International Klein Blue) no deja de ser una fórmula tan secreta como la de la Coca-Cola o la del pollo frito KFC y sus once especies. Fruto de la colaboración entre el propio Yves Klein y un amigo químico del laboratorio farmacéutico francés Rhône Poulen nace dicho color, a través de la mezcla de pigmentos diluidos en acetato de polivinilo obtienen un azul ultramar de un brillo e intensidad sumamente profundo. Quien tiene la oportunidad de admirar una obra suya en primera persona, se sorprenderá al comprobar cómo dicho color capta y envuelve su atención. Tras acercarse lentamente y permanecer observando la pieza el espectador experimenta una especie de hipnosis creciente e inconsciente de la cual no quiere ser perturbado. Sumergirnos en la inmensidad e infinidad de ese gran azul es una sensación maravillosa.

Para Klein el color posee una importancia brutal como “materialización de la sensibilidad” y a través de él expresa y lleva su percepción visual a un concepto de percepción sensorial. Eso no lo comprendió el jurado del Salon des Réalités Nouvelles en el año 1955 cuando rechazó la obra de Klein “Expresión del unvierso de color naranja plomo” por estar realizada con un solo color. En este sentido, el color azul redunda aún más en esa concepción, al ser el color del mar y del cielo, reproduciendo los aspectos más abstractos de la  pura naturaleza.

El primer contacto de Klein con el arte tiene lugar en el propio seno familiar, al ser hijo de artistas y codearse con genios de la talla de Piet Mondrian o Jean Arp. Ahora bien, no podemos dejar de reseñar que Klein llega al arte tras haber dedicado gran parte de su vida al judo, habiendo sido su primera actividad profesional y cursado estudios en el prestigioso Instituto japonés de judo Kodokan. Esta influencia se percibirá años después en su arte, ya que ese torrente de filosofía, equilibrio zen, inmaterialidad y búsqueda de vacío lo podemos apreciar de forma inequívoca en su manera de hacer.

Del azul Klein se han nutrido muchas corrientes artísticas, desde el diseño y la moda, hasta la música, afirmándose incluso que inspiró a Domenico Modugno y Franco Migliaccila en su famosísima canción “Nel blu dipinto di blu” (Volare).

Este azul azulina arranca una perspectiva diferente a la escultura y pintura conocida hasta entonces, destacando sus antropometrías en las que podemos incluso atrevernos a decir que convergen ambos conceptos. Obras en la que plasma las dimensiones y medidas humanas con su seductor azul, mediante mujeres desnudas y embadurnadas en su pintura que dejaban la huella de sus cuerpos sobre la superficie del lienzo.

¡Lástima que este artista nos abandonara a la temprana edad de 34 años!

 

 

 

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